“El Sol nunca deja de levantarse y cumplir su propósito de amanecer para darnos luz y vida. El Sol cada atardecer se acuesta dando paso a la noche y recordándonos la impermanencia de todo lo existente en el Universo. El Sol encarna el poder de la potencialidad infinita dentro de cada célula de cada ser vivo. Su naturaleza es la disciplina de alumbrar el mundo cada día disipando la oscuridad de la noche. Su magnetismo tiene que ver con los ciclos que dan forman a las estaciones, que no son sino ejemplo de rueda del tiempo, la misma rueda de la(s) vida(s) o samsara que sustenta el dharma y el karma. En el solsticio de invierno (en el hemisferio norte) se dan los días con menos luz del año, y es un momento adecuado para resintonizar nuestros bio-ritmos con el renacer de la luz que se da en los 6 meses posteriores a la llegada del invierno. Alrededor del solsticio de invierno todas las culturas han celebrado el renacer de la luz del Sol: como la ceremonia druida de la tradición celta en Stonehenge, o, sin ir más lejos, el nacimiento de Cristo que marca la llegada de la Navidad en gran parte del mundo. En India el solsticio de invierno marca la llegada de uttarayana, el periodo de 6 meses de luz creciente en el “viaje hacia el norte” del globo terráqueo. En el solsticio de verano (en el hemisferio norte) disfrutamos de los días más luminosos del año y la llegada de esta fecha se ha relacionado en casi todas las culturas con la celebración pública de hogueras para atraer la fertilidad y las buenas cosechas. El encendido del fuego representa una plegaria para que el Sol mantenga viva su energía durante el resto del verano y nos provea de buenas cosechas con las que alimentarnos. Es la festividad de San Juan y el transcultural salto de la hoguera que simboliza el cruce del umbral, y la llegada a una nueva meta en el viaje del Sol… En India el solsticio de verano marca la llegada de dakshina, el periodo de 6 meses de luz decreciente en el “viaje hacia el sur” del globo terráqueo. Acompáñanos en este viaje de autodescubrimiento alrededor del Sol encarnando a través del yoga y la meditación el prana que es la misma fuerza y vitalidad del Sol, sintonizando con los cinco elementos e indagando en la búsqueda para (re)descubrir el propósito vital. ¡Buen viaje!” – Jorge Cabellos
Videoteca ~ Reto 40 días del Ritual del Solsticio
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