La postura de Matsyasana es uno de los principales asanas de yoga. Ayuda a abrir el pecho y los hombros y se considera una postura básica. La postura del pez está presente en los distintos estilos de yoga, ya deriven del Hatha Yoga o del Ashtanga yoga y el Vinyasa.
Como explicaba el maestro B. K. S. Iyengar, la postura del pez está dedicada a Matsya, la encarnación de Vishnu en la tierra. Este avatar del dios hindú representa la fuente y el sostén del universo y de todas las cosas.
Matsyasana se conoce también como la postura del pez. Este asana forma parte de las extensiones de columna, que permiten abrir el pecho y tonificar la espalda. Además de aportarnos confianza, Matsyasana nos llena de energía y facilita enormemente la respiración.
Beneficios de Matsyasana
La postura del pez tiene multitud de beneficios. Nos ayuda a estirar los flexores de las caderas (especialmente el psoas) y también los músculos intercostales. Matsyasana, además, abre la zona de la garganta y estimula la musculatura del cuello. Practicar esta postura contribuye a mejorar nuestra postura dando espacio al pecho y los hombros.
Principales ventajas de la postura del pez
- Ayuda a estimular los órganos abdominales.
- Facilita la respiración y mejora estados respiratorios difíciles.
- Suaviza los dolores leves de espalda.
- Contrarresta la fatiga y algunos estados de ansiedad.
- Ayuda cuando hay dolores menstruales.
Técnica para principiantes
Para realizar la postura del pez hay que seguir unos pasos básicos que nos ayudarán a entrar en ella fácil y cómodamente.
- Partimos de una posición tumbados boca arriba sobre la esterilla con las piernas estiradas y juntas y los brazos extendidos. Tomamos aquí unas respiraciones que nos ayuden a conectar con el cuerpo y sentirlo presente.
- A continuación, flexionamos las rodillas y colocamos los pies en el suelo.
- Despegamos las caderas ligeramente del suelo para colocar las palmas de las manos debajo de las nalgas, llevando los antebrazos debajo de la espalda.
- Bajamos las nalgas, sentándonos sobre las manos (que no se levantarán del suelo durante la postura). Debemos asegurarnos de que los antebrazos y los codos están debajo del cuerpo o muy pegados a nuestro tronco mientras estamos en el pez.
- Empujamos con los antebrazos y los codos firmemente el suelo y juntamos los omóplatos entre sí para abrir el pecho.
- Elevamos el torso y la cabeza despegándolos del suelo, abrimos el pecho y los hombros y colocamos la cabeza suavemente en el suelo.
- Prestamos especial atención para que la cabeza apenas tenga peso y que la posición sea cómoda para el cuello.
- Podemos mantener las rodillas flexionadas o estirarlas y activarlas para mantener la integridad de Matsyasana.
Si eres principiante o llevas poco tiempo de práctica, puedes mantener la postura del pez entre 15 y 30 segundos. Poco a poco notarás que podrás mantener más tiempo.
Matsyasana para alumnos avanzados
Si llevas más tiempo de práctica y sientes que conoces bien la postura del pez, puedes probar distintas alternativas para seguir avanzando en tu sadhana.
- Puedes probar a realizar la postura con las piernas de padmasana (el loto). Intenta que tus manos agarren los dedos gordos de los pies. Esta es la variante clásica de la postura del pez, aunque es más intensa que la opción de mantener las piernas estiradas.
- Otra variante para dinamizar tu práctica es colocar los brazos por fuera del cuerpo o bien juntar tus manos en Namasté frente al pecho.
- Te invitamos a probar matsyasana colocando las piernas de la mariposa (junta las plantas de los pies y deja que las rodillas caigan hacia los lados).
Un paso más hacia Matsyasana
Una manera de profundizar en los detalles de la postura del pez es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.
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