Halasana: La postura del arado

Halasana: La postura del arado

Halasana

Halasana es una postura que se suele incluir dentro de la categoría de posturas invertidas, aunque también forma parte de las posturas de flexión de columna. Suele practicarse en combinación con Sarvangasana, ya sea antes o después. Al igual que la postura sobre los hombros, Halasana está presente en los distintos estilos de yoga, ya deriven del Hatha Yoga o del Ashtanga yoga y el Vinyasa.

La postura del arado es un asana muy beneficiosa para todo el sistema nervioso. Además, estimula, tonifica y masajea los órganos abdominales, mientras que proporciona un estiramiento profundo de la zona cervical. Los hombros y la espalda se liberan de cualquier tensión existente y la columna puede estirarse completamente.

Beneficios de Halasana

Halasana proporciona todos los beneficios de las posturas invertidas y de las posturas de flexión de columna. Esta postura estira, fortalece y relaja el cuerpo por completo. Al ser una flexión de columna, nos ayuda a flexibilizarla y a tonificar los nervios espinales. También contribuye a fortalecer la faja abdominal y a estimular el flujo sanguíneo.

A un nivel más sutil, la postura del arado intensifica la actividad de vishuddhi chakra. Es un asana que permite estimular el sistema nervioso parasimpático ayudando así a desarrollar la calma y la relajación. Por tanto, Halasana nos invita a un estado más meditativo y de interiorización.

Técnica para principiantes

Para realizar la postura del arado hay que seguir unos pasos básicos que nos ayudarán a entrar en ella fácil y cómodamente. Podemos entrar en Halasana desde Sarvangasana o bien desde Savasana.

  • Partimos de una posición tumbados boca arriba sobre la esterilla con las piernas estiradas y juntas y los brazos extendidos. Tomamos aquí unas respiraciones que nos ayuden a conectar con el cuerpo y sentirlo presente. halasana
  • A continuación, inhalamos y elevamos las piernas estiradas formando un ángulo de 90º con respecto al suelo.
  • Al exhalar, con un impulso elevamos las caderas y las nalgas del suelo, llevando las piernas hacia atrás por encima de la cabeza para que la punta de los pies se apoye en el suelo. Puedes mantener las rodillas ligeramente dobladas al principio hasta que asientes la base de la postura.
  • Observa que en Halasana queremos dejar apoyados en el suelo únicamente los hombros, la parte posterior de los brazos hasta los codos, la cabeza y la punta de los pies.
  • Llevamos las manos al centro de la espalda para que pueda alargarse la columna.
  • Una vez nos encontramos estables sobre la base de la postura, vamos estirando lentamente las piernas a la vez que empujamos suavemente con los talones hacia atrás. 

En el caso de que desees entrar en Halasana desde Sarvangasana, puedes hacerlo siguiendo estos pasos:

  • Sin modificar la base de tu postura, flexionamos las rodillas hacia la cara con mucho control.
  • Estiramos las piernas hacia atrás, buscando con los pies el suelo.
  • Si llegamos al suelo, apoyamos los dedos de los pies para empujar el suelo y estirar completamente las piernas.
  • Dirigimos los talones hacia atrás para activar las piernas y elevar las caderas hacia el techo.

Si eres principiante o llevas poco tiempo de práctica, puedes mantener Halasana unos pocos segundos mientras observas tu respiración. Poco a poco notarás que podrás mantener más tiempo tu postura del arado. Si se practica la postura del arado dentro de la clase junto a Sarvangasana, se suele mantener Halasana entre 1 y 3 minutos con la práctica.

Detalles importantes en Halasana

Cuando hayas creado la base de la postura, intenta que los codos y los omóplatos estén lo más cerca posible entre sí. De esta manera, tendrás una base más estable que te permitirá mantener el pecho abierto y crear espacios en tu postura.

Si notas mucha compresión en el cuello y/o en la garganta, coloca una o varias mantas bajo los hombros antes de entrar en Halasana. Esto te permitirá dar espacio al cuello y realizar la postura del arado mucho más orgánicamente.

En el caso de que tus pies no lleguen al suelo, puedes colocar un taco, una manta, un cojín o una silla para que puedas trabajar el estiramiento de la espalda y de las piernas. Poco a poco verás que te vas acercando al suelo.

Cuando llegas cómodamente con los pies al suelo y la columna sigue alargada, puedes retirar tus manos de la espalda y entrelazar las manos apoyándolas en el suelo.

Halasana para alumnos avanzados

halasana karnapidasanaSi llevas más tiempo de práctica y sientes que conoces bien la postura del arado, puedes probar distintas alternativas para seguir avanzando en tu sadhana.

  • Puedes probar a realizar Halasana elevando los brazos hacia el cielo mientras mantienes todas las demás acciones o bien llevar las manos a tocar los pies.
  • Una vez estable en la postura del arado, puedes separar las piernas como en Upavistha Konasana y enlazar Halasana con Supta Konasana.
  • Otra opción es pasar de Halasana a Karnapidasana unas respiraciones y luego volver a la postura del arado.

Un paso más hacia Halasana

Una manera de profundizar en los detalles de la postura del arado es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en octubre de 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.

Matsyasana: La postura del pez

Matsyasana: La postura del pez

Matsyasana el pezLa postura de Matsyasana es uno de los principales asanas de yoga. Ayuda a abrir el pecho y los hombros y se considera una postura básica. La postura del pez está presente en los distintos estilos de yoga, ya deriven del Hatha Yoga o del Ashtanga yoga y el Vinyasa.

Como explicaba el maestro B. K. S. Iyengar, la postura del pez está dedicada a Matsya, la encarnación de Vishnu en la tierra. Este avatar del dios hindú representa la fuente y el sostén del universo y de todas las cosas.  

Matsyasana se conoce también como la postura del pez. Este asana forma parte de las extensiones de columna, que permiten abrir el pecho y tonificar la espalda. Además de aportarnos confianza, Matsyasana nos llena de energía y facilita enormemente la respiración.

Beneficios de Matsyasana

La postura del pez tiene multitud de beneficios. Nos ayuda a estirar los flexores de las caderas (especialmente el psoas) y también los músculos intercostales. Matsyasana, además, abre la zona de la garganta y estimula la musculatura del cuello. Practicar esta postura contribuye a mejorar nuestra postura dando espacio al pecho y los hombros.

Principales ventajas de la postura del pez

  • Ayuda a estimular los órganos abdominales.
  • Facilita la respiración y mejora estados respiratorios difíciles.
  • Suaviza los dolores leves de espalda.
  • Contrarresta la fatiga y algunos estados de ansiedad.
  • Ayuda cuando hay dolores menstruales.

Técnica para principiantes

matsyasana restaurativoPara realizar la postura del pez hay que seguir unos pasos básicos que nos ayudarán a entrar en ella fácil y cómodamente.

  • Partimos de una posición tumbados boca arriba sobre la esterilla con las piernas estiradas y juntas y los brazos extendidos. Tomamos aquí unas respiraciones que nos ayuden a conectar con el cuerpo y sentirlo presente.
  • A continuación, flexionamos las rodillas y colocamos los pies en el suelo.
  • Despegamos las caderas ligeramente del suelo para colocar las palmas de las manos debajo de las nalgas, llevando los antebrazos debajo de la espalda.
  • Bajamos las nalgas, sentándonos sobre las manos (que no se levantarán del suelo durante la postura). Debemos asegurarnos de que los antebrazos y los codos están debajo del cuerpo o muy pegados a nuestro tronco mientras estamos en el pez.
  • Empujamos con los antebrazos y los codos firmemente el suelo y juntamos los omóplatos entre sí para abrir el pecho.
  • Elevamos el torso y la cabeza despegándolos del suelo, abrimos el pecho y los hombros y colocamos la cabeza suavemente en el suelo.
  • Prestamos especial atención para que la cabeza apenas tenga peso y que la posición sea cómoda para el cuello.
  • Podemos mantener las rodillas flexionadas o estirarlas y activarlas para mantener la integridad de Matsyasana.

Si eres principiante o llevas poco tiempo de práctica, puedes mantener la postura del pez entre 15 y 30 segundos. Poco a poco notarás que podrás mantener más tiempo. 

Matsyasana para alumnos avanzados

matsyasanaSi llevas más tiempo de práctica y sientes que conoces bien la postura del pez, puedes probar distintas alternativas para seguir avanzando en tu sadhana.

  • Puedes probar a realizar la postura con las piernas de padmasana (el loto). Intenta que tus manos agarren los dedos gordos de los pies. Esta es la variante clásica de la postura del pez, aunque es más intensa que la opción de mantener las piernas estiradas.
  • Otra variante para dinamizar tu práctica es colocar los brazos por fuera del cuerpo o bien juntar tus manos en Namasté frente al pecho.
  • Te invitamos a probar matsyasana colocando las piernas de la mariposa (junta las plantas de los pies y deja que las rodillas caigan hacia los lados).
Un paso más hacia Matsyasana

Una manera de profundizar en los detalles de la postura del pez es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.

Setu bandhasana: La postura del puente

Setu bandhasana: La postura del puente

Setu bandhasanaLa postura del puente es una de las posturas incluidas en la Serie Rishikesh de yoga. Pero también está presente en los distintos estilos de yoga, ya deriven del Hatha Yoga o del Ashtanga yoga y el Vinyasa.

Este asana se denomina habitualmente Setu bandhasana, aunque el nombre completo de la postura es Setu bandhasana Sarvangasana. El puente pertenece a la categoría de posturas de extensión de columna y es uno de los primeros asanas que se enseñan a los principiantes de yoga. No obstante, a pesar de la aparente sencillez del puente, esta es una postura que sigue ayudándonos a aprender incluso tras mucho años de práctica.

Setu bandhasana es una postura muy versátil. Puede ayudarnos a tonificar y energizar el cuerpo, a rejuvenecerlo y también es una postura que podemos enfocar con un componente restaurativo. Se suele practicar tras la secuencia de Sarvangasana y Halasana, aunque en algunos estilos se realiza antes para preparar la extensión de la columna.

Beneficios de Setu bandhasana

La postura del puente nos ayuda a tonificar las piernas y las nalgas, además de ayudarnos a abrir el pecho. Asimismo, flexibiliza la columna y permite que los hombros se abran y se expandan.

Principales ventajas de la postura del puente

  • Ayuda a fortalecer la espalda y el abdomen.
  • Setu bandhasana estira y estimula los órganos abdominales.
  • Tonifica y da movilidad a la espalda.
  • Abre los hombros y el pecho.
  • Relaja la zona del cuello.

Técnica para entrar en la postura

Para realizar la postura del puente hay que seguir unos pasos básicos que nos ayudarán a entrar en ella fácil y cómodamente.

  • Partimos de una posición tumbados boca arriba sobre la esterilla con las piernas estiradas y los brazos extendidos. Tomamos aquí unas respiraciones que nos ayuden a conectar con el cuerpo y sentirlo presente. setu bandhasana manta
  • A continuación, flexionamos las rodillas y apoyamos las plantas de los pies en el suelo.
  • Dejando los pies enraizados, empujamos el suelo con ellos y elevamos las caderas y la espalda, dibujando un puente con nuestra columna.
  • Observa que queremos dejar apoyados en el suelo los hombros, la parte posterior de los brazos y la cabeza.
  • Podemos mantener los brazos estirados sobre el suelo con las palmas apoyadas sobre la esterilla o bien colocar las manos en las caderas para dar más altura al tronco.

Si eres principiante o llevas poco tiempo de práctica, puedes mantener Setu bandhasana unos pocos segundos. Poco a poco notarás que podrás mantener más tiempo tu postura del puente.

Setu bandhasana para alumnos avanzados

Si llevas más tiempo de práctica y sientes que conoces bien la postura del puente, puedes probar distintas alternativas para seguir avanzando en tu sadhana. eka pada setu bandhasana

  • Puedes probar a entrar en Setu bandhasana directamente desde Sarvangasana; basculando la pelvis y cambiando la colocación de tus manos antes de realizar la transición. Separa las piernas como si fueran unas tijeras, dejando que una de ellas vaya hacia atrás y la otra hacia delante y ve llevando peso hacia la pierna delantera. Con control y conciencia, deja que se apoye el pie de delante y, una vez en el suelo, permite que tu otra pierna baje y el pie se enraice.
  • Cuando estás en la postura del puente, puedes mantener un pie apoyado en el suelo y elevar una pierna hacia el cielo estirada o flexionada.
  • Prueba a mantener más respiraciones en la postura, quizá 20 o incluso más, para observar cómo cambian las sensaciones.
Un paso más hacia Setu bandhasana

Una manera de profundizar en los detalles de la postura del puente es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en octubre de 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.

 

Serie Rishikesh o Sivananda

Serie Rishikesh o Sivananda

Serie Rishikesh

La serie Rishikesh es una secuencia de yoga que incluye un conjunto específico de posturas practicadas y estudiadas en el famoso ashram de Rishikesh. Allí, el Swami Sivananda instruyó a sus alumnos una manera de practicar yoga que integraba las enseñanzas de todos los antiguos maestros conocidos. Este sistema constituye en gran parte la base del yoga practicado en la actualidad.

Dado que fue el maestro Sivananda quien la enseñó, la serie Rishikesh también es conocida como serie Sivananda. Uno de sus discípulos más importantes fue Swami Vishnudevananda. Gracias a él y al propio Sivananda el yoga llegó con fuerza a Occidente. Swami Vishnudevananda fundó varios centros internacionales de yoga para dar a conocer la serie Sivananda.

Conociendo la Serie Rishikesh

La popularidad de esta serie reside en que es una práctica de yoga muy efectiva. Es una secuencia que tiene efectos beneficiosos en el cuerpo entero y que además favorece la restauración de la salud y del equilibrio mental. Se dice que si se practica esta secuencia diariamente, el propio cuerpo se reequilibrará a varios niveles: físico, energético, mental y emocional.

Los antiguos maestros observaron que cada una de las posturas activaba uno o varios centros energéticos, conocidos como “chakras”. Estos centros ayudan a regular el flujo de la energía y a distribuirlo a los diferentes órganos físicos del cuerpo.

Al ser una secuencia de posturas simple, esta práctica puede realizarla cualquier persona con cualquier constitución física. No es importante el grado de flexibilidad del alumno, ni su edad y tampoco su condición física. Aun así, es importante que el alumno escuche su cuerpo para saber sus límites y las adaptaciones necesarias a su situación particular.

 

SEGUIR DESARROLLANDO Y ENLAZAR CON ALGUNA DE LAS POSTURAS DE LAS QUE HABLAMOS (PUBLICADA YA)

Tadasana: La postura de la montaña

Tadasana: La postura de la montaña

Tadasana

Una de las posturas básicas del Hatha yoga y también de la serie Rishikesh es Tadasana o la postura de la montaña.  Es habitual comenzar la práctica de posturas de pie desde Tadasana, al igual que los Saludos al Sol o Surya Namaskar, ya que no solo nos permite llevar la atención a nuestro cuerpo sino también a la respiración, permitiendo que fluya de manera natural, uniforme y constante. También suele ser el asana con el que finalizamos la práctica de posturas de pie.

Es una postura sencilla, pero con varios puntos de atención a tener en cuenta: los pies deben enraizarse para activar las piernas, la pelvis debe permanecer en una posición neutral y debemos buscar que la espalda y los costados se alarguen mientras se relajan los hombros y el cuello.

Beneficios de Tadasana

La postura de la montaña nos ayuda a desarrollar el equilibrio, mientras aporta tono y fuerza a la mayoría de músculos del cuerpo. Además, Tadasana nos permite estirar toda la columna para que los nervios espinales tengan más espacio y se sientan más descongestionados. Gracias a la posición de esta postura, se activa e intensifica la circulación energética así como la actividad de los órganos abdominales.

Más sobre la postura de la montaña

Tadasana nos permite cultivar la calma, la fuerza sutil y el empoderamiento. Suele practicarse en muchas ocasiones como una preparación para que la mente y el cuerpo integren los beneficios de los anteriores asanas, al tiempo que ayuda a preparar la siguiente postura.

Técnica para entrar en Tadasana

TadasanaColócate de pie con los pies juntos o separados al ancho de las caderas. Desde esta posición lleva tu atención a los siguientes puntos para entrar en la postura de la montaña.

  • Eleva los dedos de los pies para darles espacio y enraizarlos después en el suelo. Esto te permitirá crear una base amplia y sólida.
  • Dirige tus pies y la parte posterior de tus piernas hacia el suelo, sintiendo cómo se enraízan y se apoyan de manera estable.
  • Activa los muslos y llévalos hacia arriba: observa que las rodillas suben.
  • Deja que tu espalda mantenga las curvas naturales de la columna.
  • Activa el abdomen, dirigiendo el ombligo ligeramente hacia dentro y hacia arriba.
  • Para seguir construyendo tu montaña, deja que se ensanche la zona de las clavículas y comprueba que los hombros están alineados con tu pelvis.
  • Deja que los hombros giren hacia atrás para que los omóplatos se deslicen hacia abajo.
  • Permite a tus brazos caer de manera natural, actívalos y siente que las palmas miran hacia tus muslos o hacia delante.
  • Observa que tu cuello permanece largo, con la barbilla paralela al suelo, y que la coronilla sube hacia el techo.
  • Una vez has construido Tadasana, mantenla durante varias respiraciones mientras sientes todas las acciones de la postura.

Observaciones en Tadasana

Para alumnos que están comenzando y que tienen dificultades de mantener activas todas las acciones, se puede facilitar la práctica flexionando ligeramente las rodillas y separando los pies al ancho de las caderas.

La versión más avanzada de Tadasana consiste en activar los tres bandhas principales: mulabandha, uddiyana bandha y jalandhara bandha.

Un paso más hacia Tadasana

Una manera de profundizar en los detalles de la postura de la montaña es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en octubre de 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.

Sarvangasana: La postura de la vela

Sarvangasana: La postura de la vela

La postura de Sarvangasana está presente en los distintos estilos de yoga, ya deriven del Hatha Yoga o del Ashtanga yoga y el Vinyasa. Este asana de yoga se conoce comúnmente como la postura de la vela. Sin embargo, de acuerdo con el experto en sánscrito Óscar Pujol su traducción es “la postura de todos los miembros” y “la postura sobre los hombros”. Sarvangasana nos muestra las características de verticalidad y de estiramiento que buscamos al realizar este asana.

Beneficios de Sarvangasana

Uno de los grandes maestros de yoga, B.K.S. Iyengar, consideraba Sarvangasana como la madre de todas las posturas. Decía: “una madre se esfuerza por lograr la armonía y la felicidad en su hogar; de la misma manera, este asana busca alcanzar la armonía y la felicidad del sistema humano”. 

Por su parte, el maestro Krishnamacharya explicaba que tanto la postura de la vela como la postura sobre la cabeza (sirsasana) permiten abrir las dos áreas principales de la consciencia en en nuestro cuerpo. 

Principales ventajas de la postura de la vela

  • Ayuda a fortalecer la espalda y el abdomen.
  • Sarvangasana nos permite mejorar la circulación sanguínea de todo e cuerpo. 
  • Es una postura que equilibra las funciones del aparato digestivo y de las glándulas tiroides y paratiroides.
  • Armoniza y mejora el sistema nervioso.
  • Mejora la respiración y algunos episodios de asma, bronquitis y episodios respiratorios leves.

Técnica para principiantes

Para realizar la postura de la vela hay que seguir unos pasos básicos que nos ayudarán a entrar en ella de una manera fácil y cómoda.

  • Partimos de una posición tumbados boca arriba sobre la esterilla con las piernas estiradas y juntas y los brazos extendidos. Tomamos aquí unas respiraciones que nos ayuden a conectar con el cuerpo y sentirlo presente.
  • A continuación, flexionamos las rodillas y las dirigimos hacia el abdomen. sarvangasana con manta
  • Con un impulso, elevamos las caderas y las nalgas del suelo, separamos la espalda de la esterilla y colocamos las manos en la espalda para que, poco a poco, vaya buscando la verticalidad. Intenta colocar las manos en el centro de la espalda, cerca de los omóplatos. 
  • Observa que queremos dejar apoyados en el suelo únicamente los hombros, la parte posterior de los brazos hasta los codos y la cabeza.
  • Una vez nos encontramos estables sobre la base de la postura, vamos estirando lentamente las piernas hacia el techo. 

Si eres principiante o llevas poco tiempo de práctica, puedes mantener Sarvangasana entre 30 segundos y un minuto. Poco a poco notarás que podrás mantener más tiempo tu postura de la vela. 

Sarvangasana para alumnos avanzados

sarvangasanaSi llevas más tiempo de práctica y sientes que conoces bien la postura de la vela, puedes probar distintas alternativas para seguir avanzando en tu sadhana.

  • Puedes probar a entrar en Sarvangasana directamente con las piernas estiradas y activas desde el suelo.
  • Una vez has entrado en la postura de la vela, puedes dejar las palmas de las manos apoyadas en el suelo o bien entrelazar los dedos de las manos manteniendo los brazos apoyados en la esterilla.
  • Una vez estable en Sarvangasana, puedes despegar los brazos del suelo y elevarlos hacia el techo dejando que las manos queden a los lados de las rodillas.

Un paso más hacia Sarvangasana

Una manera de profundizar en los detalles de la postura de la vela es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en octubre de 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.

Tadasana: La postura de la montaña

Tadasana: La postura de la montaña

Tadasana

Una de las posturas básicas del Hatha yoga y también de la serie Rishikesh es Tadasana o la postura de la montaña.  Es habitual comenzar la práctica de posturas de pie desde Tadasana, al igual que los Saludos al Sol o Surya Namaskar, ya que no solo nos permite llevar la atención a nuestro cuerpo sino también a la respiración, permitiendo que fluya de manera natural, uniforme y constante. También suele ser el asana con el que finalizamos la práctica de posturas de pie.

Es una postura sencilla, pero con varios puntos de atención a tener en cuenta: los pies deben enraizarse para activar las piernas, la pelvis debe permanecer en una posición neutral y debemos buscar que la espalda y los costados se alarguen mientras se relajan los hombros y el cuello.

Beneficios de Tadasana

La postura de la montaña nos ayuda a desarrollar el equilibrio, mientras aporta tono y fuerza a la mayoría de músculos del cuerpo. Además, Tadasana nos permite estirar toda la columna para que los nervios espinales tengan más espacio y se sientan más descongestionados. Gracias a la posición de esta postura, se activa e intensifica la circulación energética así como la actividad de los órganos abdominales.

Más sobre la postura de la montaña

Tadasana nos permite cultivar la calma, la fuerza sutil y el empoderamiento. Suele practicarse en muchas ocasiones como una preparación para que la mente y el cuerpo integren los beneficios de los anteriores asanas, al tiempo que ayuda a preparar la siguiente postura.

Técnica para entrar en Tadasana

TadasanaColócate de pie con los pies juntos o separados al ancho de las caderas. Desde esta posición lleva tu atención a los siguientes puntos para entrar en la postura de la montaña.

  • Eleva los dedos de los pies para darles espacio y enraizarlos después en el suelo. Esto te permitirá crear una base amplia y sólida.
  • Dirige tus pies y la parte posterior de tus piernas hacia el suelo, sintiendo cómo se enraízan y se apoyan de manera estable.
  • Activa los muslos y llévalos hacia arriba: observa que las rodillas suben.
  • Deja que tu espalda mantenga las curvas naturales de la columna.
  • Activa el abdomen, dirigiendo el ombligo ligeramente hacia dentro y hacia arriba.
  • Para seguir construyendo tu montaña, deja que se ensanche la zona de las clavículas y comprueba que los hombros están alineados con tu pelvis.
  • Deja que los hombros giren hacia atrás para que los omóplatos se deslicen hacia abajo.
  • Permite a tus brazos caer de manera natural, actívalos y siente que las palmas miran hacia tus muslos o hacia delante.
  • Observa que tu cuello permanece largo, con la barbilla paralela al suelo, y que la coronilla sube hacia el techo.
  • Una vez has construido Tadasana, mantenla durante varias respiraciones mientras sientes todas las acciones de la postura.

Observaciones en Tadasana

Para alumnos que están comenzando y que tienen dificultades de mantener activas todas las acciones, se puede facilitar la práctica flexionando ligeramente las rodillas y separando los pies al ancho de las caderas.

La versión más avanzada de Tadasana consiste en activar los tres bandhas principales: mulabandha, uddiyana bandha y jalandhara bandha.

Un paso más hacia Tadasana

Una manera de profundizar en los detalles de la postura de la montaña es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en octubre de 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.

Serie Rishikesh: Salamba sirsasana

Serie Rishikesh: Salamba sirsasana

Vamos a iniciar una serie de artículos en los que veremos, una a una, las principales posturas de la Serie Rishikesh, de las que nacen y evolucionan los demás asanas. Nuestro objetivo como escuela de formación es que consigas perfeccionar tu práctica de yoga y aprender un poco más de la tradición del yoga, ya seas principiante, practicante avanzado o incluso profesor. Así pues, hoy comenzamos con sirsasana.

Serie Rishikesh

Esta serie de yoga se desarrolló a partir de las enseñanzas de Swami Sivananda y comenzó a impartirse en la ciudad de Rishikesh, en los Himalayas.

La Serie Rishikesh, también conocida como Serie Sivananda, consiste en una relajación inicial para que el practicante pueda tomar conciencia, ejercicios de respiración o pranayama, calentamiento corporal (como los conocidos Saludos al Sol), la realización de las 12 posturas principales de la serie y la relajación final.

Salamba sirsasana

Entre las 12 posturas principales de la Serie Rishikesh nos encontramos con la que hoy nos ocupa: sirsasana. La grafía correcta de acuerdo con el experto en sánscrito Óscar Pujol sería śīrșāsana, pero es común encontrarlo escrito de diferentes maneras: shirshasana, shirsasana, sirshasana o sirsasana.

El término “salamba” significa “sostenido”, “apoyado”, “con soporte en”; por su parte, “sirsanana” se compone de “sirsa”, que significa “cabeza”, y “asana”, cuyo significado es “postura”. Por tanto, sirsasana se puede traducir como la postura sobre la cabeza.

Beneficios de sirsasana

La postura sobre la cabeza o sirsasana tiene muchos beneficios, entre los que destacan los siguientes:

        – Equilibra y descongestiona la columna.
        – Favorece e incrementa la circulación.
        – Favorece la oxigenación y la respiración profunda.
        – Mejora episodios de asma, insomnio, dolor de cabeza suave, estreñimiento o varices.
        – Estimula y regula el funcionamiento de los órganos abdominales y de la vista y la audición.
        – Armoniza el sistema endocrino.

Es una postura con cierta complejidad, así que ten cuidado si tienes lesiones o molestias en los hombros, el cuello o la espalda; recuerda hacer las modificaciones que necesites. Evita practicar sirsasana si tienes algún tipo de lesión cervical (protrusiones, hernias, etc.), desprendimiento de retina o hipertensión.

Puntos de atención en sirsasana

Es importante que observes atentamente tu postura, el alineamiento de tu cuerpo y tus sensaciones. Lo importante es construir una buena base de apoyo, para ir trabajando tu postura desde ahí. Así que te recomendamos que comiences desde balasana (la postura del embrión) o bien sentados sobre los talones para apoyar los antebrazos en el suelo.

Intenta no hacer movimientos bruscos, esfuerzos violentos ni trates de subir a la postura saltando: ve paso a paso, siempre observando tus sensaciones y tu respiración y sin prisa por hacer la postura. Cuando entres en sirsasana, no respires por la boca, mantén la respiración nasal.

Si tienes alguna duda, ya sea durante nuestras clases presenciales en Delicias como durante tu práctica de yoga online, consulta siempre con el profesor para que te asesore y te ayude. No te olvides de pasar por balasana al deshacer sirsasana.

Alternativas a sirsasana

Si no puedes hacer la postura sobre la cabeza o sirsasana, puedes sustituirla por adho mukha (perro boca abajo) o makarasana (postura del delfín) para fortalecer tus brazos y poder construir una buena base para tu postura. También puedes optar por sustituirla por salamba sarvangasana o viparita karani.

Otra opción es realizar sirsasana con la ayuda de una pared, para que te dé soporte y mayor seguridad hasta que puedas mantener el equilibrio sin ayuda. Si los codos se separan hacia los lados, puedes ayudarte con un cinturón para que los mantenga firmemente alineados.

Efectos sutiles de sirsasana

Las posturas invertidas, como salamba sirsasana, nos ayudan a abrir el ajna chakra o “tercer ojo”. Al tener el cuerpo en una posición de inversión, se favorece el flujo de energía más sutil hacia el tercer ojo, lo que beneficia y mejora potencialmente nuestra capacidad intuitiva y nuestro aspecto más espiritual.

Para saber más sobre sirsasana…

Si estás comenzando a conocer el yoga y te interesa aprender más sobre sirsasana y sobre otras posturas, puedes probar gratis nuestras videoclases: cada semana subimos una nueva como ésta en la que Jorge enseña ardha sirsasana (la media postura) ya que la mayoría incluyen esta postura, y quieres aprender a practicar por tu cuenta chequea nuestros cursos de práctica personal de yoga. Si lo que buscas es formarte como instructor de yoga, puedes ver las nuevas convocatorias que hemos preparado para dar un giro a tu vida y dedicarte a la enseñanza del yoga.

Sthira y sukham

Sthira y sukham

¿Qué es sthira y sukham?

Una de las obras fundacionales del yoga es la conocida como los Yoga-sûtra de Patañjali, tratado clásico que recoge la filosofía yóguica. Los conceptos de sthira y sukham figuran en este texto, concretamente en su segundo libro.

Los Yoga-sûtra de Patañjali se basan en la filosofía Samkhya, que representa el yoga clásico dualista. Esta corriente de pensamiento establece una clara distinción entre los conceptos de purusha (espíritu, consciencia pura) y prakriti (materia).

Sthira y sukham en los Yoga-sûtra

La obra de los Yoga-sûtra se estructura en cuatro libros que contienen 196 aforismos llamados “sutras”, aunque de acuerdo con el experto en sánscrito Óscar Pujol y la especialista en filosofía india Laia Villegas, existen otras versiones con algunas variantes en cuanto a número de sutras. Los libros que componen esta obra de Patañjali son los siguientes:

Samādhi-pāda (libro de la contemplación)

Sādhana-pāda (libro de la práctica)

Vibhūti-pāda (libro de los poderes)

Kaivalya-pāda (libro de la liberación)

En el segundo libro, el de la práctica, se recogen los conceptos de sthira y sukham, en los que nos vamos a centrar hoy. Este es el sutra que los menciona:

2.46 sthirasukham āsanam

La traducción es “la postura será estable y cómoda”, de manera que sthira y sukham se entienden como “estable y cómodo”.

Sthira y sukham en la práctica de yoga

En ese sentido y siguiendo la traducción del sutra, cuando realizamos cualquier postura de yoga debemos buscar la estabilidad y la comodidad (sthira y sukham).

Sthira nos muestra la estabilidad, la fuerza, la firmeza y la resistencia; sukham, por su parte, nos guía hacia la comodidad, la ligereza, la suavidad y la apertura.

Juntos, sthira y sukham nos enseñan a buscar el equilibrio: una armonía entre la fuerza y la delicadeza, entre la firmeza y la suavidad. No solo en nuestras esterillas, sino también (y muy especialmente) en nuestras vidas. Buscamos ese equilibrio entre la flexibilidad/libertad y la fuerza/estabilidad.

Si únicamente buscamos flexibilidad en la práctica física de asana, no tendremos suficiente estabilidad para que nuestras articulaciones y nuestro cuerpo estén protegidos y sanos. Y al contrario: si solo buscamos la fuerza, nuestra musculatura se acortará y perderemos agilidad y fluidez en nuestros movimientos.

La respiración también debe buscar un equilibrio entre estas dos cualidades. Queremos una respiración fluida, suave, pero también constante, estable. Una predominancia de sthira o de sukham puede desequilibrar un pranayama, por ejemplo, y alterar el ritmo de nuestra respiración.

De la misma manera, en sesiones de meditación buscamos la combinación adecuada entre sthira y sukham. Si intentamos con mucha fuerza, con mucha firmeza aquietar la mente, estamos abusando de sthira; si estamos demasiado relajados que casi caemos dormidos, nos excedemos con sukham.

Normalmente cada persona tiende más hacia una u otra de estas cualidades. Para saber cuál de las dos predomina en tu caso, debes hacer un ejercicio de reflexión, casi de mindfulness, para ser consciente de qué cualidad domina más en ti. Cuando lo descubras, trata de armonizar ambas, buscando el equilibrio que necesites entre sthira y sukham.

Para saber más sobre filosofía del yoga…

Muchas veces, a medida que profundizamos en la práctica de yoga, nos interesa más conocer su filosofía, sus principios, esa parte de sthira y sukham que va más allá de la esterilla.

Si estás comenzando a conocer esta disciplina mediante clases de yoga o ya lo conoces y sientes que es el momento de dar el siguiente paso en tu camino de aprendizaje, puedes echar un vistazo a nuestros cursos, en los que encontrarás siempre esa tradición filosófica íntimamente ligada a la parte más física.

El estiramiento en yoga: ampliar el rango de movimiento

El estiramiento en yoga: ampliar el rango de movimiento

rango de movimiento en yoga

Estiramiento y rango de movimiento en yoga

Artículo original de David Keil | Recibí una interesante pregunta de Yuval: “¿Podrías aclararnos el concepto estiramiento en yoga? ¿Qué se estira exactamente en una postura? ¿Los músculos? ¿El tejido conectivo? ¿Ambos? La terminología es confusa, estiramiento, alargamiento, etc. Por lo que he oído, el estiramiento por sí solo no es necesariamente una acción positiva. ¿O sí?”. ¡Gran pregunta! Analicemos un poco esta cuestión empezando con la palabra “estiramiento”. Este término lo utilizamos para referirnos a un proceso que realmente es complejo y que abarca múltiples y diversos aspectos. Una denominación más específica de a lo que nos referimos realmente es “aumento del rango de movimiento”.

¿Qué es el rango de movimiento?

Podemos definir “rango de movimiento” como el rango completo a través del cual podemos mover una articulación individual; se describe en grados de un círculo. Nuestro rango de movimiento disponible se crea a partir de una combinación de tensión del tejido conectivo, estimulación del sistema nervioso y la forma de nuestros huesos y el ángulo que crean nuestras articulaciones.

Podemos modificar y cambiar algunos aspectos de esta combinación mediante la práctica de yoga, como la cantidad y el tipo de tensión en nuestros tejidos conectivos e, incluso, la estimulación de nuestro sistema nervioso. Pero hay un aspecto del rango de movimiento que no podemos cambiar con la práctica de yoga: la forma de nuestros huesos y el ángulo que forman para crear las articulaciones. 

El rango de movimiento también puede modificarse por lesiones de las articulaciones o por inflamación de tejidos que rodean una articulación concreta.

¿Cuándo querríamos aumentarlo?

La realidad para la mayoría de nosotros es que realizamos actividades a lo largo del día que tienen el efecto de disminuir el rango de movimiento para algunas acciones. Ese rango en nuestras caderas podría disminuir si pasamos la mayor parte del día sentados en una oficina o si pasamos mucho tiempo practicando deportes como correr o montar en bicicleta. Si, por ejemplo, levantamos pesas o simplemente llevamos a nuestros hijos en brazos mucho tiempo, el rango de movimiento de nuestros hombros podría verse limitado.

¿Cómo aumentamos el rango de movimiento?

Para aumentar nuestro rango de movimiento necesitamos trabajar no solo nuestro tejido conectivo, sino también en la manera en la que nuestro sistema nervioso interactúa con nuestro tejido conectivo. Por esta razón, para mí tiene sentido que el momento más efectivo para alargar o estirar el tejido conectivo es cuando estamos relajados. Es decir, cuando no le estamos diciendo a nuestro sistema nervioso que contraiga los músculos que queremos alargar. No tendría sentido tratar de estirar nuestros bíceps, por ejemplo, a la vez que los estamos usando para levantar un objeto pesado, ¿verdad?

 

¿Qué sucede cuando estiramos en yoga?

Lo que sucede realmente cuando nos estiramos, como en los mecanismos que intervienen en el cambio de nuestro rango de movimiento, no se comprende completamente (Holtzman Weppler y Magnusson, 2010). Los investigadores han sugerido varios mecanismos diferentes, pero no se ha identificado ningún mecanismo único para crear cambios en el rango de movimiento. Algunos descubrimientos que se han sugerido son que el estiramiento reduce la rigidez de los músculos y / o tendones, crea cambios en las adaptaciones neuronales (Behm, 2016; Holtzman Weppler y Magnusson, 2010), altera la sensación o crea otros tipos de cambios en el tejido conectivo o el músculo células (Holtzman Weppler y Magnusson, 2010).


Anatomía del yoga

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