El nombre del Power Vinyasa yoga nos evoca energía, fuerza, calor… Sugiere también la idea de cimentar un cuerpo fuerte, atlético, lleno de vigor y potencia. Precisamente estas imágenes que relacionamos con el Power pueden seducir a muchos y ahuyentar a otros cuantos. Por esta razón, nuestra intención es descubrir el lado más “yóguico” de este yoga, si nos permitís el juego de palabras. Vamos a demostrar que es un estilo accesible a todo el mundo y que, además, está profundamente impregnado de la tradición del yoga.
Y es que ese enfoque más corporal o físico puede inducir a pensar que es una práctica alejada del espíritu transformador y profundo del yoga. Que se queda en lo superficial y olvida las raíces. Nada más lejos de la realidad: el Power Vinyasa es un estilo que bebe directamente de la tradición y evoluciona con ella. Sin embargo, es interesante analizar con detenimiento qué es realmente el Power Vinyasa y cómo ha llegado a ser lo que hoy conocemos. Así podremos distinguirlo de prácticas que realmente distan del propósito del yoga aunque lleven su nombre.
Así pues, en esta cuarta entrega de “Hacia un aprendizaje transformativo” vamos a viajar hacia los orígenes del Power Vinyasa para comprender cómo nació, qué vínculos tiene con la tradición, qué le caracteriza con respecto a otros estilos dinámicos y cómo ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
Raíces del Power Vinyasa
El Power Vinyasa nace a partir del Ashtanga yoga, desarrollado por Sri K. Pattabhi Jois siguiendo la tradición de Sri T. Krishnamacharya. El Ashtanga tiene su semilla original en un antiguo texto escrito por Vamana Rishi llamado Yoga Korunta, cuyas enseñanzas le fueron transmitidas a Krishnamacharya a través de su gurú, Rama Mohan Brahmachari, en los primeros años del siglo XX. Posteriormente, en 1927, Krishnamacharya transmitió su conocimiento a Pattabhi Jois.
Influencia del Ashtanga
La práctica de Ashtanga o Ashtanga vinyasa se caracteriza por la fuerte unión de la respiración, el movimiento y la atención para crear un estado meditativo constante, fluido. Un aspecto distintivo de este estilo es que existen series fijas de posturas que se practican siempre en el mismo orden, buceando en cada postura, profundizando en cada aspecto de la respiración, de los bandhas, de los movimientos de la mente. Ni una sola práctica es igual a la anterior, aunque se repita la misma secuencia. Solo cuando el practicante haya interiorizado realmente la primera serie, podrá empezar a aprender la segunda bajo la supervisión de un maestro cualificado. Es un estilo que requiere mucha disciplina y compromiso con la práctica, que ayuda a equilibrar y purificar el cuerpo y potencia la concentración mental.
Origen del Power Vinyasa
Sin embargo, a pesar de los múltiples beneficios del Ashtanga, en los años 90 dos profesores ashtanguis se dieron cuenta de que muchos de sus alumnos no podían seguir la práctica, por lo que comenzaron a pensar en fórmulas para adaptar las series tradicionales a los estudiantes que iban a sus clases de yoga. En esa búsqueda y con ese mismo objetivo, surgieron dos grandes fuentes que darían a luz al Power Yoga, ambas coetáneas, pero no directamente relacionadas.
Beryl Bender Birch
Por un lado, en la costa este de Estados Unidos la profesora y ashtangui Beryl Bender Birch comenzó a desarrollar su idea de orientar el yoga a los deportistas para ayudarles a prestar más atención en sus entrenamientos. Quería hermanar el yoga y sus bases filosófico-espirituales con el deporte. Primero se enfocó en un yoga orientado a realizar estiramientos y ejercicios de fortalecimiento, luego lo centró exclusivamente en los deportistas y, por último, desarrolló un estilo propio al que nombró Power yoga a mediados de los años 90.
Bryan Kest
Por otro lado, Bryan Kest desde la costa oeste de Estados Unidos tuvo una idea similar: quería adaptar el yoga y hacerlo accesible a todo el mundo. Sus pilares fundamentales fueron el respeto a los límites del cuerpo, el trabajo con uno mismo y no contra ti y el desarrollo de una práctica que potencie la expansión natural y el crecimiento. Kest también denominó a su estilo Power yoga en los últimos años de la década de los 90.
Beryl Bender Birch y Bryan Kest tenían el objetivo común de diferenciar su estilo de yoga –más intenso, fluido y potente– de otros estilos orientados a la práctica suave de asanas y a la meditación, que en esa época eran los más populares en Estados Unidos. Sin embargo, ninguno de ellos llegó a patentar el nombre, a pesar de que el estilo ya había nacido y comenzó a tener mucho éxito.
Baron Baptiste
Hay dos piezas más en nuestro puzzle de la historia del Power Yoga. Por un lado, el profesor Baron Baptiste, quien desarrolló su propio estilo de Power y quien sí patentó el nombre: Baptiste Power Vinyasa. En su caso, estudió con B. K. S. Iyengar y Bikram Choudhury, además de tener una clara influencia de T. K.V. Desikachar y de la práctica tradicional de Ashtanga. Baron Baptiste concibe su estilo de yoga como un viaje hacia la verdad para descubrir quién eres, de lo que eres capaz y cómo cada acción que realizas afecta a tu vida, todo ello a lo largo de 53 posturas enlazadas y basadas en cinco pilares: drishti, ujjayi, bandhas, tapas y vinyasa. Además, integra en su método la idea de transformación y “revolución personal” incluyendo asanas y secuencias para potenciar la presencia, la vitalidad, la ecuanimidad o el centramiento, entre otros.
La última pieza es Larry Schultz, que estudió con Pattabhi Jois en los años 80, decidió romper con el método tradicional de Ashtanga y diseñó su propia secuencia, mezclando posturas de las tres primeras series ashtanguis y denominando a su sistema “Rocket yoga”, un estilo que suele englobarse bajo el paraguas del Power yoga.
Así pues se gestó un caldo de cultivo muy fértil y rico para dar comienzo a un estilo contemporáneo, muy ligado a las fuentes originales.
Características distintivas
El Power Vinyasa es un estilo dinámico, fluido, vigoroso y, sobre todo, empoderante. Un yoga que aviva nuestro fuego interno, que nos enseña a alimentar nuestro potencial dormido para aprender más de nuestro cuerpo y nuestra mente. Al nacer del Ashtanga, cuenta con muchas cualidades y beneficios propios de ese estilo, como el cultivo del calor interno, el trabajo de la resistencia y la fuerza, la flexibilidad y, a un nivel más sutil, la capacidad de centrar la mente, de enfocar la atención y reducir el estrés.
El Power es, además, una práctica muy potente de desarrollo personal, de encontrar los límites y trabajar la manera en la que nos relacionamos con ellos. Nos enseña a afrontar retos, riesgos y desafíos dentro y fuera de la esterilla. Es ahí, en la esterilla, donde desarrollamos las cualidades que nos permitirán transformarnos física y mentalmente, para progresar y evolucionar en el yoga y en nuestra propia vida.
La principal característica es que las series que se practican en las clases no están previamente establecidas, sino que cada profesor diseña su propia secuencia desarrollando su creatividad en base a un objetivo concreto (trabajar una postura en particular, una zona específica del cuerpo, poner el foco en la respiración en determinadas posturas, etc.). Así, aunque exista un hilo conductor que conecta cada clase, ninguna de ellas será igual porque todas beben de la creatividad que desarrollan y trabajan los profesores, de la inspiración basada en su experiencia y en sus conocimientos.
Power Vinyasa y Coaching
El Power Vinyasa es, como decimos, un estilo empoderante, creativo. Un yoga que invita a ir más allá de los meros ejercicios físicos para transformar la mente y el espíritu a un nivel muy profundo. Por esa razón, el Power está íntimamente ligado a Coaching ya que busca un cambio vital en el alumno.
Ambas disciplinas tienen los objetivos comunes de ayudar a las personas a desarrollar su máximo potencial, de construir una conciencia que les permita tomar las riendas de su vida y orientarla hacia lo que verdaderamente desean y de potenciar las cualidades que ya tienen y conocer y descubrir las que permanecen ocultas con el fin de sacarles partido.
Hacia un aprendizaje transformativo
En la búsqueda de empoderarnos y dar un paso más allá de la zona de confort, podemos dirigir la mirada hacia un horizonte orientado a inspirar a otros y potenciar nuestra (y su) creatividad, para liderar a personas comprometidas con su propio proceso evolutivo y transformador.
Una manera de alimentar esa llama que enciende y aviva el Power yoga es enfocar nuestro deseo hacia la enseñanza de este estilo, no solo para que los alumnos puedan practicar yoga, sino para que sientan un verdadero cambio vital, inspirador y empoderante que les ayude a encontrar también a ellos su propósito vital.
Todos los elementos que hemos mencionado, la creatividad, el empoderamiento y la visión de un profesor inspirador, constituyen pilares fundamentales en las formaciones de Yoga Evolution School. Y es que Jorge Cabellos se formó directamente con Baron Baptiste en Estados Unidos, tras realizar su programa 40 Days to Personal Revolution. Esta formación y otros cursos que realizó con Baptiste, le han dotado de una visión muy inspiradora y capaz de transformar a sus alumnos por dentro y por fuera. A raíz de la experiencia junto a Baptiste, Jorge también se certificó como Coach en España con ASESCO (Asociación Española de Coaching) y todas estas influencias le han servido para desarrollar su propia metodología de enseñanza de Power Vinyasa y Coaching.
Por eso, en Yoga Evolution School no solo se persigue formar a futuros profesores, sino que el objetivo es ayudarles a transformarse gracias al aprendizaje. Combinar conocimientos del yoga y del coaching les permitirá destacar en sus clases y, además, en su vida personal y profesional. Porque la transformación que aporta el aprendizaje empodera y alimenta la hoguera de la creatividad y la inspiración.
Transforma tu aprendizaje
Si tú también quieres aprender a empoderarte y empoderar a otros, puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria anual de octubre de 2020. Estos tiempos de cambios nos han servido para transformarnos y empoderarnos como escuela, para poder ofrecer nuevas modalidades que permitan a cada alumno escoger la que más se ajuste a sus necesidades. Hay posibilidad de formarse de manera presencial (entre semana), online en directo y también está la opción de hacerlo online en diferido con un/a tutor/a personal. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un camino de liderazgo como profesor de yoga.
Puedes encontrar toda la información aquí.
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