Una de las posturas básicas del Hatha yoga y también de la serie Rishikesh es Tadasana o la postura de la montaña. Es habitual comenzar la práctica de posturas de pie desde Tadasana, al igual que los Saludos al Sol o Surya Namaskar, ya que no solo nos permite llevar la atención a nuestro cuerpo sino también a la respiración, permitiendo que fluya de manera natural, uniforme y constante. También suele ser el asana con el que finalizamos la práctica de posturas de pie.
Es una postura sencilla, pero con varios puntos de atención a tener en cuenta: los pies deben enraizarse para activar las piernas, la pelvis debe permanecer en una posición neutral y debemos buscar que la espalda y los costados se alarguen mientras se relajan los hombros y el cuello.
Beneficios de Tadasana
La postura de la montaña nos ayuda a desarrollar el equilibrio, mientras aporta tono y fuerza a la mayoría de músculos del cuerpo. Además, Tadasana nos permite estirar toda la columna para que los nervios espinales tengan más espacio y se sientan más descongestionados. Gracias a la posición de esta postura, se activa e intensifica la circulación energética así como la actividad de los órganos abdominales.
Más sobre la postura de la montaña
Tadasana nos permite cultivar la calma, la fuerza sutil y el empoderamiento. Suele practicarse en muchas ocasiones como una preparación para que la mente y el cuerpo integren los beneficios de los anteriores asanas, al tiempo que ayuda a preparar la siguiente postura.
Técnica para entrar en Tadasana
Colócate de pie con los pies juntos o separados al ancho de las caderas. Desde esta posición lleva tu atención a los siguientes puntos para entrar en la postura de la montaña.
- Eleva los dedos de los pies para darles espacio y enraizarlos después en el suelo. Esto te permitirá crear una base amplia y sólida.
- Dirige tus pies y la parte posterior de tus piernas hacia el suelo, sintiendo cómo se enraízan y se apoyan de manera estable.
- Activa los muslos y llévalos hacia arriba: observa que las rodillas suben.
- Deja que tu espalda mantenga las curvas naturales de la columna.
- Activa el abdomen, dirigiendo el ombligo ligeramente hacia dentro y hacia arriba.
- Para seguir construyendo tu montaña, deja que se ensanche la zona de las clavículas y comprueba que los hombros están alineados con tu pelvis.
- Deja que los hombros giren hacia atrás para que los omóplatos se deslicen hacia abajo.
- Permite a tus brazos caer de manera natural, actívalos y siente que las palmas miran hacia tus muslos o hacia delante.
- Observa que tu cuello permanece largo, con la barbilla paralela al suelo, y que la coronilla sube hacia el techo.
- Una vez has construido Tadasana, mantenla durante varias respiraciones mientras sientes todas las acciones de la postura.
Observaciones en Tadasana
Para alumnos que están comenzando y que tienen dificultades de mantener activas todas las acciones, se puede facilitar la práctica flexionando ligeramente las rodillas y separando los pies al ancho de las caderas.
La versión más avanzada de Tadasana consiste en activar los tres bandhas principales: mulabandha, uddiyana bandha y jalandhara bandha.
Un paso más hacia Tadasana
Una manera de profundizar en los detalles de la postura de la montaña es dar un paso más en tu práctica y formarte como instructor/a de yoga. Puedes aprovechar a unirte a la comunidad de Yoga Evolution School en la nueva convocatoria online que comienza en octubre de 2021 o bien con la convocatoria presencial de comienzos de 2022. Nuestra formación, avalada por la Asociación Internacional Yoga Alliance, puede ser el primer paso hacia un cambio de rumbo en tu senda yogui.
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