¿Alguna vez te has tumbado de noche a “tomar la luz de luna”…?
Estamos muy acostumbrados a la idea de “tomar el sol” y durante el verano a veces incluso nos excedemos… Pero, ¿has tomado luz de luna alguna vez? Y es que nos pasamos el año haciendo planes para descansar durante el verano, y al final acabamos con más actividad, más movimiento, más viajes…
En realidad, no es tan raro, ya que el mismo hecho de estar expuesto al calor y al sol es en sí algo que activa nuestro sistema nervioso simpático (SNS), el que nos prepara para la acción y el ejercicio y que es también el sistema que se activa en situaciones de emergencia y de estrés.
Estimular el sistema nervioso parasimpático
El hecho de “tomar la luz de la luna” es una deliciosa manera de despertar nuestro sistema nervioso parasimpático (SNP). Ese sistema es el que se encarga disminuir el nivel de estrés, para mantener un estado corporal de descanso o relajación tras un esfuerzo, y que es fundamental para un correcto funcionamiento del aparato cardiovascular, del aparato digestivo y del aparato genitourinario.
Al igual que el Sol y la Luna ambos sistemas nerviosos (el simpático y el parasimpático) llevan a cabo funciones opuestamente complementarias.
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Jorge Cabellos
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